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Edema
Los miembros inferiores tienen un sistema venoso superficial y profundo. El sistema venoso superficial transporta sangre venosa a presión venosa más baja que en las venas profundas de los miembros inferiores. Hay un gran número de válvulas venosas que previenen el reflujo de sangre al corazón con una presión mucho mayor,
Las úlceras venosas se producen cuando existe un aumento sostenido de la presión venosa como consecuencia de la insuficiencia venosa crónica y/o debido al deterioro de la bomba muscular del gemelo. Los cambios en el suministro venoso conducen a una elevada presión venosa, estasis venoso y edema en pies y tobillos. Así, la piel que hay sobre los tobillos es a menudo más delgada, con manchas y propensa a desarrollar úlceras.
Si las paredes de las venas han sido destruidas por venas varicosas o trombosis, estas se expanden, de modo que las válvulas del interior de las venas de los gemelos no cierran bien, dificultando el retorno venoso. De esta manera, la sangre refluye a las venas superficiales, que se “desbordan”, y la sangre sufre un estancamiento en las piernas. La presión en las venas superficiales aumenta, produciéndose una inflamación.
La terapia compresiva se utiliza para contrarrestar el edema, prevenir derrame capilar en el tejido circundante y mejorar la función de las válvulas venosas. También ayuda a mejorar la función de bombeo muscular y aumenta el flujo venoso reduciendo el diámetro de los vasos.
Si el paciente no tiene insuficiencia cardiaca severa o diabetes, debe llevar calzas de compresión tipo 2. La talla de las calzas no debe basarse en la talla de zapato. Se deben medir los tobillos, pantorrilla y longitud de la pierna para una óptima compresión.
Si el paciente tiene un edema relativamente extenso, se empezará por utilizar vendaje compresivo para disminuir la inflamación. Los vendajes de elasticidad corta deben usarse en pacientes activos y los de elasticidad larga en pacientes menos activos. El edema retrasa la curación de heridas porque la distancia entre los capilares de la piel y los tejidos a los que suministran sangre aumenta. Esto lleva a un intercambio pobre de nutrientes y oxígeno entre la sangre capilar y el tejido de la herida.
