8.5. Características de las úlceras de pie diabético Listen

La arteriosclerosis es una enfermedad vascular periférica que produce isquemia. En pacientes diabéticos, esto se produce con frecuencia por tensión arterial alta, elevado colesterol, tabaquismo y glucosa en sangre mal controlada. Diferenciamos entre micro y macroangiopatía, dependiendo del tamaño de los vasos sanguíneos afectados.

La arteriosclerosis diabética es la calcificación de la capa media de las arterias que hace que los vasos se vuelvan más rígidos y menos flexibles. El mal control de la glucosa en sangre conduce a microangiopatías en los capilares. La membrana basal se inflama, impidiendo una efectiva circulación e intercambio de nutrientes y productos de desecho en los capilares.

La neuropatía causa falta de transpiración, que provoca sequedad en la piel, disminuye su elasticidad y produce talones agrietados. Todo esto da como resultado lesiones en la piel y un aumento del riesgo de infección. Otra posibilidad sería un aumento de circulación, que abriría arteriolas estancadas, y también presión venosa elevada. Esto aumentará la absorción de calcio del hueso, que permite la confluencia de la articulación. Al final se produce una deformidad del pie y nuevos puntos de presión que pueden hacer aparecer úlceras.

La neuropatía periférica se divide en neuropatía sensorial y motora.  La neuropatía sensorial causa pérdida del sentido del tacto y del dolor, además de pérdida de sensibilidad ante los cambios de temperatura de manera parcial o total. El paciente no reconoce cuándo el calzado le provoca molestias, con lo que no advierte rozaduras ni heridas en el pie. La neuropatía motora conduce a debilidad muscular y atrofia de los pequeños músculos del pie. Los dedos del pie se deforman, la capa grasa sobre las prominencias óseas se vuelve más fina y se ejerce una mayor presión sobre estas zonas.

Se produce una hiperqueratosis en las zonas sobre las que se ejerce mayor presión y la presión en las capas más profundas aumenta. Normalmente, los pacientes no advierten esto debido a la pérdida de sensibilidad.

Los síntomas del pie neuropático e isquémico a tener en cuenta son los siguientes:

 

Pie neuropático: 

  • Caliente e inflamado
  • Frío o de color rojo
  • Falta de sensibilidad
  • Pulso presente
  • Dolor poco característico
  • Durezas y callosidades
  • Falta de reflejos
  • Factores de riesgo: Hiperglucemia, alcoholismo y diabetes de larga duración.

 

Pie isquémico: 

  • Frío
  • Pies pálidos y moteados.
  • Sensibilidad intacta
  • Pulso ausente
  • Dolor al apoyar o en reposo
  • Ausencia de vello en la pierna
  • Uñas gruesas y amarillas
  • Reflejos conservados
  • Factores de riesgo:
    Resistencia a la insulina, tabaquismo, hiperlipidemia e hipertensión.

Las úlceras isquémicas se encuentran en las zonas periféricas del pie, sus borden parecen tallados y no hay sangrado capilar.

(Gürgen 2009)